miércoles, 1 de octubre de 2008

Salud



El jugo de mandarina ayuda a disminuir el riesgo cardiovascular en los chicos

Tomar jugo de mandarina en forma regular mejora la concentración de antioxidantes en el metabolismo de quienes lo consumen. Y ayuda a disminuir el riesgo cardiovascular.

Ahora los chicos que tienen su colesterol alto tienen un nuevo consejo médico: tomar jugo de mandarina en forma regular. Ocurre que se comprobó que esto mejora la concentración de moléculas antioxidantes en el cuerpo de quienes lo consumen. Y ayuda a disminuir su riesgo cardiovascular.

Así lo asegura un nuevo estudio, enfocado en la población infantil que tiene niveles de colesterol demasiado altos."Puesto que ya disponíamos de los datos del poder antioxidante de los zumos cítricos, iniciamos el estudio para evaluar el zumo de mandarina, ya que por su sabor es muy bien aceptado por la población infantil", explica Pilar Codoñer, del departamento de Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Valencia, e investigadora principal del estudio.
El objetivo del estudio fue examinar los efectos del consumo regular de este jugo en la proporción de antioxidantes en niñas y niños que padecen hipercolesterolemia. Para ello, se midieron los niveles en plasma de biomarcadores derivados de la oxidación de lípidos y proteínas, el perfil lipídico y el contenido de vitamina C y E en una muestra de 48 niños de entre 8 y 12 años.
"Escogimos una población de niños con hipercolesterolemia puesto que esta alteración va ligada a un riesgo cardiovascular en el que está implicado el estrés oxidativo y, por lo tanto, la modificación de sus parámetros sería beneficiosa a largo plazo", comentó Codoñer.
Durante cuatro semanas, se administró al grupo de marras un suplemento diario de jugo de mandarina de 500 mL (en dos tomas de 250 mL), sin modificar el resto de su dieta habitual. Al final de la investigación, los niveles de estrés oxidativo en sangre habían disminuido significativamente.

JUGO NATURAL

Los investigadores demostraron el aumento de la defensa antioxidante frente al suplemento artifical de antioxidantes, "lo que puede repercutir en una disminución del riesgo cardiovascular", señaló la experta.

Tras analizar la sangre de los pacientes, se comprobó que el peso de los niños no se había modificado durante el experimento. Estos resultados son opuestos a los obtenidos en investigaciones que sugieren que los jugos de frutas favorecen la obesidad en niñas y niños.
A este respecto, Codoñer destaca que "el producto usado en el estudio era jugo natural de fruta, sin edulcorantes ni conservantes, y por lo tanto no tiene nada que ver con otros jugos industriales".

Los autores del estudio concluyen que el jugo de mandarina, combinado con otros factores relativos a la dieta y al estilo de vida, puede protegernos de las enfermedades ateroescleróticas, actualmente la causa de la mayor mortalidad en el mundo occidental.

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